domingo, 2 de noviembre de 2014

Crema, pomada, gel...



Las pomadas


Pensando un poco en las pomadas que he utilizado como deportista, me lleva a la conclusión de que este producto ocupa un gran espacio dentro del deporte. Me vienen a la cabeza muchos nombres, otras no tenían porque eran algún remedio casero y otras ni recuerdo.


En una conversación con uno de los físios que me trató por primera vez, recuerdo que él dudaba de su resultado o nula funcionalidad por el hecho de ser aplicadas en la piel, prefiriendo otro tipo de vía administrativa como la oral, la intramuscular o la subcutánea.


En mi caso no llego a recordar todas las utilizadas, he tenido la suerte de no tener ninguna lesión grave, pero sí varias de menor importancia donde utilizarlas...que si unas para dar calor antes del ejercicio, anti inflamatorias, otras para dar frío posterior al ejercicio o para tratar una lesión con masaje con hielo por ejemplo, alguna de arcilla para reducir líquido en una zona, otras para ponerte en gran cantidad y envolverte la zona afectada con papel film y a pasar noche..., en mi opinión algunas si dan resultado, sobretodo si se aplican con regularidad, pero tampoco se puede negar que hay lesiones o patologías a las que las pomadas no dan solución y sólo se pueden solucionar a base de descanso o con otro tipo de tratamiento.





Con el paso de los años también veo que dentro de este mercado se ha ampliado la variedad de producto, sumando al típico Voltarén o Thrombocid  un sin fin de cremas homeopáticas o naturales.





La vida del deportista profesional muchas veces no lo permite, lo que ocasiona en muchas ocasiones lesiones crónicas más difílies aún de recuperar, o lesiones mal curadas, pero si es posible, 
el reposo es el mejor tratamiento.